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en llamas! ¡Llama a los bomberos! ¡Ya lo he hecho! ¿Dónde estás? ¡En tu casa! ¿Dónde? ¡En la sala de estar! Hombre, ¡sal a la calle! ¡No es necesario! ¿Tienes un coche para mí? ¿Qué pasó? Una emergencia. Te lo explicaré más tarde. ¿Y bien? La llave está en el coche. Magdalena. ¿Estás bien? Sí, solo me quemé los dedos. ¿Te duele mucho? Un poco. ¿Qué le pasa a usted? ¿Por qué? No puede dejarla en casa sola. ¡Hablamos de negligencia! De hecho, debería llamar a la policía. ¿Dónde está la madre de todos modos? Fuera de la ciudad. ¿Fuera de la ciudad? ¿Cuál es su relación con la chica? Oh, ¿sí? Hombre, hombre. Debería haber una licencia de paternidad. Vamos, muchachos. No te olvideis la manguera. ¿En serio que no estás loca? No. No, en absoluto. En realidad, estoy un poco orgulloso de ti. ¿Por qué? Porque eres tan bueno mintiendo. Papá dice que es malo mentir. A veces, no es tan malo como decir la verdad. ¿Cómo cuando? Como cuando no quieres herir los sentimientos de alguien. Que duermas bien. ¿Me puedes dar mañana una paga de o euros? ¿Por qué necesitas tanto dinero? Los chicos de clase me dijeron que me harían daño si no les doy dinero. ¿En serio? Diles que voy a intervenir si no se detienen. ¿Puedes también ir a buscar a mi familia de burros de la casa de papá, mañana? ¿Familia de burros? La mamá, el papá, y el bebé. Llamaré a tu padre mañana. Ahora que duermas bien. No finjas. ¿Lo hiciste? Mira, he preparado el desayuno. Yogur, bollos, queso, huevos. No tengo hambre. Hay que comer o no podrás concentrarte. No puedo ir a una escuela como ésta. ¿Por qué no? Mírame a mí. Parezco el Monstruo de las Galletas. No seas tonta. Eres precionas. ¿Tiene hebillas? ¿Parezco una mujer? ¿Un pañuelo en la cabeza? Creo que puedo ayudarte. Esos son los niños. Sigue adelante. Voy a esperar hasta que estés dentro. ¡Ay! ¿Estás loco? ¿Dónde está mi dinero, cariño? No tengo nada. Oye, ¿qué está pasando aquí pequeña bola de grasa? Es privado. ¿Privado? ¿Le has robado el móvil? Ella me lo dio. Eso no es cierto. Él me lo quitó. Es mío ahora. ¿Quieres una patada en tu culo regordete? No se pueden dar patadas a los niños. Puedes patear a los matones que roban cosas. Incluso puedes ir al cielo por ello. Dáselo. Si vuelves a hacer eso, volveré, y no voy a ser tan agradable, ¿entiendes? Sí. ¿Qué pasa con el sombrero de todos modos? Parece estúpido. Así, ya se ve mejor. Sí. Lárgate. Su los niños fallan de nuevo, me llamas y estaré aquí antes de que puedas decir tarta de manzana. Tarta de manzana. Gracias. Estás genial. Hola. Hola. ¿Qué pasó ayer? La emergencia. Oh, eso. No fue nada. Bueno, entonces Radio Henry, ¿me vas a sustituir? La hija del vecino trató de freír un huevo. ¿Y? Me incendió la cocina un poco. No es gran cosa. ¿Qué estaba haciendo allí? Me ocupo de ella a veces. ¿Cuidas a un niño? Sí. ¡Pellízcame! La madre salió corriendo y el papá tiene turno de noche. No pueden permitirse una niñera, así que tengo que cuidar de ella. Qué tierno. ¿Qué pasa? ¿Qué? Lo has distorsionado todo. Es una novela. ¿Y qué he distorsionado? Que los hombres siempre necesitan atención y validación. Es cierto. Siempre queréis oír qué grandes sois. Y las mujeres no, ¿verdad? No. Y quién estaba frente al espejo diciendo: "Estoy demasiado gorda. ¿Crees que estoy muy gorda?" Eso no tenía que ver con la atención o validación. Quería tu opinión. ¿Las mujeres quieren opiniones y los hombres validación? Es agotador tener que alabaros constantemente. ¿Ah, sí? Fue difícil darte mi opinión. ¿Estás diciendo que estaba demasiado gorda entonces? ¡No! ¿Y que si estabas un poco regordeta? ¿Y qué? Te amaba como eras. Pero tú querías cambiarme. Si comemos comida italiana diez veces y quiero tailandesa una vez, no es un crimen. Tienes que comprometerte a veces. No siempre puedes conseguir lo que quieres. Comimos tailandesa. Sí, contigo de mala cara todo el tiempo. ¿Tienes tiempo esta noche? ¿Por qué? Rob quiere cenar con nosotros. No puedo soportar a ese hombre. Él es el director. Sí, con su atuendo blanco. ¿Lo has robado? No, me tocó la lotería. Que agradable cabañita tienes aquí. Sí Radio Por tu culpa pasé tres meses en un hotel roñoso. ¿Por qué? No tenías que ir a mi cuenta. ¿Te hiciste la prueba? Sí. No hay resultados todavía. Aquí está todo. ¿La familia de burritos? Espera. Gracias. ¿Dónde está el burrito? No lo pude encontrar. ¿Me puedes prestar el asiento de niños? No lo estás usando. ¿Quieres algo de dinero, tal vez? ¿ euros? No te preocupes. Gracias. Si cambias de opinión, llámame, o simplemente pásate por allí. La dirección está ahí encima. Es tu hija, pase lo que pase. Habla mucho de ti. ¿Es éste tu coche? No, ¿por qué? Esta no es una zona de aparcamiento. Ya me voy, ¿de acuerdo? Todavía no. La niña necesita un asiento de niño. Eso sería el recibo número dos. Yo tenía una. No la veo. Aquí está. Muy bien. En el maletero. Ese es el recibo número tres. ¿Perdón? Era una broma. Lo dejaremos en dos, y voy a ignorar el resto. Estúpido idiota. No deberías decir eso. Él lo es. El granjero Hansen tiene diez vacas. Por cada litro de leche, gana tres centavos. Cada vaca produce cinco litros al día.