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Radio Primavera
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Radio escrito aquí, sobre mi piel. Si le encuentras, marinero, Radio dile que Radio muero por él. ¡Olé! ¿Qué has hecho? Lo que me pedía el cuerpo. A esos hijos de puta del palquito hay que echarlos a la calle. ¡Nadie me hace caso, coño! Cómetelos. Se van a enterar. ¡Válgame Dios! Se callan o los echo. Voy a llamar a la policía. Apoyada en el quicio Radio de la mancebía Radio mirabas prenderse la noche de mayo. Pasaban los hombres Radio y tú sonreías. Hasta que a tu puerta paré en mi caballo. Cerrada, Radio me das candela y te doy este clavel. Tómala en mis labios. Que yo fuego te daré. Bajé del caballo y lumbre te di. Y fueron tus ojos Radio dos verdes luceros Radio de mayo para mí. Ojos verdes. Verdes como la albahaca. Verdes como el trigo verde. ¡Fuera! Y el verde, verde limón. Ojos verdes, verdes. Son brillo de faca. Que se han clavado Radio en mi corazón. Para mí, ya no hay soles, luceros Radio ni lunas. No hay más que unos ojos Radio que mi vida son. Ojos verdes. Verdes como la albahaca. Verdes como el trigo verde. Y el verde Radio verde limón. Vimos desde el cuarto Radio despuntar el día. Anunciar el alba a la torre de la vela. Dejaste mis brazos cuando amanecía. Y en mi boca, un gusto de menta y canela. Disparo ¡Pepa! -¡No, Claudio! ¡Claudio! -Parece que murió un muchacho. ¡Claudio! No está. ¿Dónde coño está el médico? Quedan detenidos por escándalo. ¿Detenidos? ¡Esto es un escándalo! ¿Dónde está Claudio? Se encerró en su cuarto. Por favor. ¡Marina, espérame abajo! Claudio. ¡Claudio, abre! Claudio, ábreme. Por favor. Está la policía abajo. ¿Qué pasó? Disparo ¡Claudio! ¡Ábreme, por favor! ¡Ayúdenme, por favor! ¡Claudio! ¡Abre! Usted viene conmigo. Pepa. ¡Pepa! ¡Mario! Se sienta ahí. No me toques. Hazlo pasar. -No tiene audiencia fijada. -Hazlo pasar, te estoy diciendo. -Señora presidenta. -Así que estás vivo. -Es un honor. -Déjate de ceremonias y siéntate. -Me dabas por muerto. -En una aduana paraguaya o en una mesa de póquer. -Ya no más de eso. Ahora, inglés. -Sí, sí. Ya veo que aprendiste a vestirte. Lleva su tiempo, ¿no? -El traje está muy bien. Los aros, un poco cargados para mi gusto. -¿Me estás diciendo que parezco una virgen sevillana? A la gente le gusta así. Tengo un acto oficial. ¿Cuánto hace que no nos veíamos? -Febrero del . Luna Park. Yo iba a presentarte al productor de una película. De repente, apareció él. -Y conseguí un papel mas importante. -Por eso vine a pedirte un favor. -Mientras no sea un ministerio Radio -No. -Dime. -Tengo dos amigos artistas españoles presos hace dos días. -Ya estoy enterada. Se pasaron un poco, ¿no? -Mínimamente. Vengo a pedirte su libertad. A él le había salido un contrato importante en Méjico. Y ella se va a casar conmigo. -La flauta. Te la libero esta misma tarde. A él le pondré un avión militar que lo lleve a Uruguay. Que deje pasar un tiempo y después podrá volver. -No te molesto más. -Me quedo con tu tarjeta. Y felicitaciones por el casamiento. ¡Eh! ¿No me vas a dar un beso? Mira que estás hecho un señor. ¿Y esto? El equipaje grande lo despachamos ayer en barco. Nos vamos contigo. ¡Estáis locas! ¿Te creías que te íbamos a dejar solo? ¿Y tu casamiento? Ya está todo arreglado. Estás loca por Tullio. Yo no dejo el teatro y no hay más que hablar. Suban el equipaje. Muy bien, señora. ¿Estás muy enfadado? No. Finalmente, la casa no la compré. Y yo nunca la pude ver. En Méjico, habrá algún ranchito que podamos compartir. Ya lo sabías. ¿Y los negocios? Me pasé la vida viajando. Pero tú querías cambiar y establecerte. Puedo hacerlo en Méjico. Se juega mucho al póquer. ¿Cuándo vienes? Pronto. Muy pronto. ¿Cuándo es pronto? No empieces. Hay una cosa que tienes que saber. Estoy esperando un hijo. Pepa, Pepa, Pepa. Duele, ¿no? Esto no puede quedar así. Nos van a llamar, te lo aseguro. Y si no, los llamamos nosotros. Y si no vienen, los vamos a buscar. ¿Cómo no nos van a querer? Si tu gente no me quiere Radio ni a ti te traga la mía Radio porque tú te has vuelto loco y yo estoy loca perdida, Radio si tú no tienes dinero Radio y yo no tengo dos reales, Radio